miércoles, 20 de febrero de 2013

Un espacio común para mejorar el mundo localmente

Vecinos del barrio "Wedding" han puesto en marcha un proyecto de un espacio experimental. Un espacio dónde se pueda conocer la gente nueva y la gente vieja del barrio, que sea utilizado cómo un laboratorio público y que, además, sea ecológico y socialmente sostenible: una casa en un árbol.




¿Por qué una casa en un árbol? Los ideadores de este proyecto piensan que, en el imaginario colectivo, estos lugares siempre se han visto como sitios acogedores, construidos conjuntamente para encontrarse, para jugar, imaginar, crear. "Una casa en un árbol es siempre un concepto familiar de refugio para muchas culturas" - explica Karen, una de las fundadoras.

"Das Baumhaus", que es el nombre que obtiene en su lengua originaria, pretende ser un proyecto colaborativo a nivel local, con los vecinos del barrio; e internacional, con varios artistas que ya están participando desde diversos países (como por ejemplo el artista Isaac Abrams, el padrino estadounidense del arte psicodélico). Cada uno aporta lo que le gusta, lo que más le interese, en la creación del arte, de las instalaciones propias o del diseño. El objetivo principal es crear un espacio dónde la gente que quiera mejorar el mundo pueda unirse y encontrarse, se pongan en común las ideas y los objetivos comunes y se se pueda llegar a una plena cooperación vecinal.

De momento el proyecto se limita a la construcción de la casita pero, una vez finalizada; ya se están pensando en los eventos, talleres, conciertos, exposiciones... y demás elementos elegidos por las personas que participen en él, que pueden darse lugar en Das Baumhaus.

Detrás de todo esto se encuentran Scott y Karen Bolden Wohlert, vecinos de Wedding, con una finalidad altruista. Para comenzarlo, iniciaron en agosto del año pasado un proyecto de "Crowdfounding" -para los desinformados: se trata de una financiación en red colectiva por medio de pequeñas donaciones- y ya han llegado a 11.000 euros. La persona que dona recibe un pequeño obsequio dependiendo de la cantidad que regale. Por ejemplo, 25 euros equivalen a un paquete de semillas y 80 una invitación a una fiesta especial.

Para desarrollarlo en el futuro, se proponen actividades sostenibles que puedan dar dinero para el mantenimiento del centro. Eso sí, siempre con la base de la cooperación barrial y la ecología.

Silvia Peinado

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