lunes, 1 de abril de 2013

¿Ocupación en Berlín?

Este mes es clave para para el futuro del histórico centro social Köpi de Berlín. Este mes empiezan a construir en su patio y en su jardín. Es decir, este mes, tirarán abajo lo que era el espacio para realizar actividades al aire libre y la zona dónde tantas personas tienen sus cásas-móviles aparcadas. 
"Köpi sigue siendo capital de riesgo" dice un panfleto que llama
 a la movilización para defender el centro social.



El centro social Köpi es un punto de referencia de la lucha por la vivienda y espacios comunitarios de Berlín. Un punto de historia de aquellas ocupaciones que se dieron en la capital alemana en la segunda fase del movimiento de ocupación, fase que inicia con la caída del muro.

Ésta época, en particular en la parte ex-soviética de la ciudad, personas de todo tipo, no sólo activistas, empezaron a ocupar decenas y decenas de casas. Se calcula que en este período se llegó a una suma mayor de 160 casas. La masificación de la lucha política por la vivienda propició un clima de actividad similar a aquella de 10 años atrás, la primera ola de ocupación en Berlín.

En la primera fase, cientos de casas fueron ocupadas por miles de personas, fruto de los intensos movimientos vecinales asamblearios. En particular, hay que destacar los años comprendidos entre 1980 y 82, el auge del movimiento, ya sea por el número de casas, como por la participación y la capacidad autorganizativa al interno de estos colectivos sin conflictividad con la ciudad.

Pero la presión por parte del Estado no dejó que esta situación durara demasiado. En el pleno esplendor del movimiento, en 1981, fue aprobado por el Senado el instrumento que puso en marcha la crisis del movimiento, la ley conocida hoy como “la línea de Berlín”. Esta ley aprueba el desalojo en un plazo de 24 horas de cualquier casa en la que se haga pública su ocupación, sin juicio.

El centro social Köpi fue ocupado unos meses antes de la implantación de la “Línea de Berlín”, en el año 1990. Köpi, un inmenso edificio situado en el centro de la ciudad, poseía en aquel entonces un contrato de alquiler que acababa de ser rescindido y la Administración Comunal de Viviendas planteaba su derribo.
Detalle del edificio Köpi

A partir de aquí, debido a la nueva normativa impuesta, la situación en Berlín comenzó a cambiar. El momento más simbólico de esta fase y punto de inflexión resultó el desalojo de la calle Mainzer Strasse, en Noviembre de ese mismo año. Se trataba de una calle prácticamente ocupada en su totalidad en el barrio de Friederichsain de dónde 13 edificios de 28 eran ocupados. La policía berlinesa impuso una medida ejemplar, por no decir simbólica, de las políticas que se empezarían a llevar a cabo a partir de ese momento. El desalojo de la calle se llevó a cabo con el despliegue de 1500 agentes de policía, uso de gases lacrimógenos, cañones de agua, helicópteros y armas de fuego. Por su parte, los ocupantes no dudaron en defenderse y usaron como estrategia cadenas humanas, lanzamiento de piedras y cócteles molotov. En total, fueron arrestadas 417 personas.

Mainzer Strasse es el punto de giro que rompe la ilusión de poder defender el espacio; se encontraron con un aparato policial desmesurado contra el que no podían realizar una resistencia meditada. 

Para evitar la misma suerte, los habitantes del Köpi -como muchas otras casas más- decidieron legalizar su situación. La legalización aportaba normalmente, por otro lado, enormes ventajas económicas; un contrato de alquiler con subvenciones para renovar el edificio por un período aproximado de 30 años.

Así se constituyeron las “hausprojekts”, proyectos de vivienda alquilada o comprada mediante técnicas cooperativas por personas que poseen principios comunes y desean realizar un proyecto de vida comunitaria.

Los problemas, por lo tanto, están acaeciendo ahora, cuando los contratos se han expirado y los propietarios se están negado a prorrogarlos o incluso, están alegando el incumplimiento de los mismos para invalidarlos. Los desahucios policiales no se han hecho esperar y a ese fatídico destino se abocó
recientemente Liebigstrasse 14, en el distrito de Friedischain, que cerró sus puertas en febrero del 2011 después de una intensa campaña de protestas que culminó con una manifestación trufada de disturbios y arrestos.

Comentamos el caso ocurrio hace dos años, con las declaraciones de M. una de las chicas  habitantes de la casa:


 "El apoyo recibido de resistencia exterior fue bastante considerable, tanto por otros simpatizantes del proyecto, como por gente del barrio. La policía, aproximadamente unos 800 efectivos, acabó dispersando la concentración que hubo delante de la casa con porrazos y gas pimienta".



En la actualidad, tenemos que decir que, efectivamente, en Berlín, no existe un real movimiento de ocupación. Oficialmente, no existen casas que sean ocupadas completamente. Eso sí, no se ha dejado nunca de realizar intentos, la mayoría en vano, excepto alguna pequeña excepción.

En cambio, lo que viene realizándose es una defensa de las casas antiguas legalizadas en los años 90. Ya que, el hecho de que las casas accedan a la regulación estatal de las mismas, no excluye el peligro de los desahucios.

La venta del edificio Köpi, se realizó mediante una subasta en el año 2007 por el banco Commerzbank al especulador Besnik Fichtner, a 405.000 euros; un precio inferior a la mitad del de la puesta en mercado. En el transcurso de ese año se realizaron numerosas protestas para la defensa del lugar, grandes manifestaciones,acciones, y presión pública, además de trabajo desde los medios de comunicación alternativo.
“De esta manera se convirtió en un tema de importancia en la ciudad y el nuevo propietario, en febrero de 2008, decidió llegar a un acuerdo que consistía en que los contratos ya existentes desde hacía años, hechos con el antiguo propietario y que supuestamente iban a caducar a finales de mayo de este año, se prolongaban para los siguientes 30 años. Además, más de la mitad de la casa nunca había tenido un contrato, como algunos espacios de vivienda y los espacios comunitarios, donde se desarrollan las actividades. Lo mismo pasaba con el patio y con el Wagen-side (espacio de viviendas en caravanas). Él ofreció firmar contratos también con estos espacios”. Declaraciones de una habitante de la casa para el periódico diagonal.

 Promesas que, a la luz de los hechos, no se han cumplido pero lograron tiempo para calmar la alarma pública. Las obras para la construcción de lofts de lujo en el terreno al aire libre del Köpi podrían comenzar este mes.


Silvia Peinado

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